¿Antes sentías que podías con todo y que tú solo te sacabas del pozo, pero ya no te funciona? Normal. Los seres humanos estamos diseñados para necesitar otras personas.
Lucía era una persona centrada en las soluciones. En su casa, en el trabajo, incluso en sus relaciones: si algo no funcionaba, no le hacía sentir bien, ella lo solucionaba. Cuando empezó a sentir ansiedad, sensación desbordamiento y mucha insatisfacción, intentó hacer lo mismo: solucionarlo. Pero no le funcionó, de hecho, cada vez estaba peor.
¿Antes sentías que podías con todo y que tú solo te sacabas del pozo, pero ya no te funciona? Normal. Los seres humanos estamos diseñados para necesitar otras personas.
Lucía era una persona centrada en las soluciones. En su casa, en el trabajo, incluso en sus relaciones: si algo no funcionaba, no le hacía sentir bien, ella lo solucionaba. Cuando empezó a sentir ansiedad, sensación desbordamiento y mucha insatisfacción, intentó hacer lo mismo: solucionarlo. Pero no le funcionó, de hecho, cada vez estaba peor.
Al igual que un carpintero que solo tiene un martillo en su caja de herramientas, Lucía estaba usando siempre el mismo enfoque, esperando resultados distintos. Pero, al igual que el martillo no puede arreglarlo todo, las herramientas que usaba Lucía no eran suficientes. Se dio cuenta que necesitaba algo más.
Al igual que un carpintero que solo tiene un martillo en su caja de herramientas, Lucía estaba usando siempre el mismo enfoque, esperando resultados distintos. Pero, al igual que el martillo no puede arreglarlo todo, las herramientas que usaba Lucía no eran suficientes. Se dio cuenta que necesitaba algo más.
Lucía pidió ayuda a otra persona. Empezó un proceso de terapia. Y llegó a la conclusión de que la mente humana no puede ser abordada de una sola manera.
Al igual que en la vida, hay herramientas para cada situación. La terapia le ofreció un espacio para explorar sus emociones, identificar patrones de pensamiento que lo limitaban, y lo más importante: aprender nuevas formas de enfrentarse a los retos. Desde el manejo del estrés hasta la construcción de una autoestima sólida, desde la reestructuración de sus pensamientos hasta aprender a vivir en el momento presente.
Lucía pidió ayuda a otra persona. Empezó un proceso de terapia. Y llegó a la conclusión de que la mente humana no puede ser abordada de una sola manera.
Al igual que en la vida, hay herramientas para cada situación. La terapia le ofreció un espacio para explorar sus emociones, identificar patrones de pensamiento que lo limitaban, y lo más importante: aprender nuevas formas de enfrentarse a los retos. Desde el manejo del estrés hasta la construcción de una autoestima sólida, desde la reestructuración de sus pensamientos hasta aprender a vivir en el momento presente.
Anticipas situaciones sin sentido
Sientes que no te quieres y te hablas mal
Tienes relaciones complicadas o hay alguna que crees que te está superando
Hay partes de tu pasado que te atormentan, u otras que ni si quiera recuerdas
Nadie te entiende
Muchos días te sientes solo
Te cuesta saber qué tareas del día son más importantes y te sobrepasan
Estás pasando por un momento en la vida complicado
…
Primer contacto telefónico o mediante WhatsApp.
Informa motivo consulta y disponibilidad
Primera sesión.
Conoces a tu psicóloga. A tu ritmo, respetando tu proceso en todo momento.
Evaluación.
Sesiones de evaluación para conocer la problemática y establecer objetivos de terapia
Devolución de info.
Ponemos en común el análisis del problema a tratar.
Tratamiento.
Empezamos con las sesiones para llegar a los objetivos que estamos buscando
Sesiones de seguimiento.
Vamos espaciando las sesiones según el proceso avanza y hay una mejoría.
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Evaluación.
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Ponemos en común el análisis del problema a tratar.
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Vamos espaciando las sesiones según el proceso avanza y hay una mejoría.
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Vamos espaciando las sesiones según el proceso avanza y hay una mejoría.
C/Miguel de Cervantes, 9, local 3, Colmenar Viejo, 28770
Centro sanitario habilitado por la Comunidad de Madrid
C/Miguel de Cervantes, 9
Colmenar Viejo
Reconocemos que es difícil dar el paso y decidir venir a un psicólogo, por eso entendemos las dudas.
Cuando hay un malestar, del tipo que sea (somático, físico, emocional…), ya es un indicador de que puedes necesitar ayuda psicológica.
Escucha tu cuerpo. Date esa prioridad.
Ante la duda, contáctanos y mediante la llamada gratuita de 15 minutos podremos valorar si lo necesitas.
Las sesiones de psicoterapia tienen una duración aproximada de 50 minutos. Un proceso completo es difícil de valorar. La mayoría de procesos pueden durar entre 6 meses y 1 año, pero hay personas que con menos tiempo encuentran una mejoría.
Dependerá de la problemática por la que se acuda.
No pasa nada. La recomendación de las sesiones, sobre todo al principio, son semanales. Esto permite que el proceso de mejora sea algo más rápido, ya que crearemos un vínculo que nos permitirá empezar a trabajar antes. Pero nos adaptamos a las necesidades económicas y de tiempo de cada persona, por lo que no es un problema.
Se pueden anular, pero siempre será necesario avisar con 24 horas de antelación. De lo contrario, se tendrá que abonar el importe o, en caso de bono, se restará del mismo.
Para eso ofrecemos una llamada inicial de 15 minutos en la que podremos valorar tu motivo de consulta y si se adapta a lo que en el centro trabajamos. Así mismo, la primera sesión tiene un coste reducido para que podamos darte la información necesaria al respecto: si lo mejor es derivarte a otro servicio, si necesitamos la colaboración de otras disciplinas, etc.
Porque entendemos, al tratarse de personas, que para generar un vínculo necesitamos conocernos. Hay veces que no «encajamos» con el profesional que nos ha tocado, y es lícito. Por eso permitimos que la primera consulta sea de conocernos y ambos valorar si hacer el proceso juntos.
© 2023 Andrea Alfranca Psicología. Todos los derechos reservados.
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